PASOS EN LA PIEL

Mantén la calma hasta que todo esto desaparezca, porque en algún momento tiene que pasar, quizás no en el tiempo que desees, pero sucederá, porque es así como ha sido escrito, es así como lo evidencia la espera y la paciencia eterna de ir en búsqueda de la verdad, de las respuestas que tenemos en frente y de las cuales nos ocultamos y esquivamos por temor. Porque la única razón es esa, el miedo que tenemos ante un futuro que no sabemos, el temor de arriesgar y perder, como si ya lo hemos ganado todo, como si lo que tenemos es el cielo y las estrellas son trofeos por lo bien que nos va y de lo perfecto que será lo que está por venir. Porque justamente eso es lo que me ahoga, el pensar en lo que está a la vuelta de la calle a pesar de haber paseado en ella tantas veces, como las veces en las que has sonreído por mi culpa. 

No es mi intención buscar culpables, porque no los hay y si en caso tendríamos que señalar al causante de todo esto, pues el tiempo ha sido el mayor de nuestros enemigos. Todo este momento hemos estado frente a él y no nos hemos dado cuenta, porque lo único que importa cuando estás a mi lado eres tú y las veces en las que sueltas las palabras perfectas y que me hacen mirar al suelo como si al verlo encontraré las respuestas que merecemos o los sueños que no queremos vivir.

De alguna manera tenemos que escapar, todos necesitamos una puerta de salida, un pasaje oscuro, un telón para cubrir lo que nos aqueja, lo que lamentamos. Todos necesitamos pesadillas, aún así queramos sueños, y tal vez obtenemos cicatrices, cuando anhelamos caricias, así sean de manos tan frías como la realidad que no queremos presenciar.

Llega un momento en que las palabras se terminan, las ideas se acaban y si nos preguntamos el porqué, quizás lo único que encontremos sean sueños rotos, promesas inválidas y miradas vacías. Tal vez siempre escribiré para ti o por ti, tal vez tenga que darme cuenta que son migajas que no te traerán a mi, que lo único que funciona al terminar esto, es que te recuerde más y que sigas entrando en lo más profundo de mi alma, que sigas dando pasos en mi piel y que continúes riendo en mi mente. Sigue haciéndolo, hasta el día que se terminen las palabras o me muestres la luz.

UN DÍA

Nada saldrá a la luz, ni una sola letra de lo que hoy he escrito. No alcanzaría el tiempo, ni el espacio para cobijar cada una de mis palabras. No será necesario mostrar cada frase, cada rima, cada incógnita que me recuerde a ti.

Y no hay motivo para utilizar una de las fotos que me transporta a tus labios, ni escribir poemas que terminen en tus ojos, hoy todas estas historias me acompañarán en los caminos sin cielos azules, ni estrellas mías ni tuyas. Y lo que escriba hoy será sólo parte de las canciones que he aprendido a escuchar. En cada uno de los acordes estuvo tu voz, en cada nota, tu mirada y tu sonrisa se convirtió en canción, en mi canción favorita.

Un día, las cartas aparecerán, un día cualquiera, un lunes o quizás viernes, aunque mejor un fin de semana, esos que extrañaré porque me hacían extrañarte mucho más. Un día por la noche, cuando la oscuridad me tome por los hombros y quizás contigo en mi mente, decida que conozcas todo. Un día cualquiera, un día y nada más.

LUNES

Y hoy me doy cuenta que dependo de tus ojos, de las razones que encontré en tu mirada, de la existencia que crearon tus sonrisas, tan llenas de luz y de vida. Y hoy me encuentro fabricando sueños al verte en todas las fotos, tan eternas como el hecho de extrañarte. No quisiera renunciar a todos los días a tu lado, por el contrario quisiera darte todo lo que he imaginado. Sabes que bastaría un día entero para darnos cuenta que la oportunidad podría ser quizás lo mejor.

Hoy siento la suma de todas las veces que te he extrañado los fines de semana y lo único que tengo en mente es el último momento contigo, tan tirados a nuestra suerte, tan dependientes de una decisión, tan ajenos a las noches y pasos que hemos dado juntos, como si todo tendría que acabar ahí, como si de una señal se tratase el hecho de ver tu estrella cada día más lejos de la luna. No puedo quitarte de mi mente, porque estás en todos lados, porque quiero que estés en cada camino que tomo.

Yo elegí ser la persona que soy ahora y por ti. Siempre querré ser el café que tomas por las mañanas, o los extraños que te acompañan en el camino a casa. Soñaré con ser el perfume de tus manos o los pequeños detalles al rededor de tu boca. Quiero ser la noche que guía tus pasos. Querré ser quien siempre escribe para ti o cantar 'Canción de amor' una vez más. No puedo quitarme el sabor de tus lágrimas, ni la dulzura de tus besos. No puedo arrancar la ternura de tu voz y tus abrazos. No puedo, no quiero.

Así estés lejos o uno de los dos desaparezca, siempre estaré a tu lado, así tenga que crear mundos enteros o contentarme al verte en mis sueños por las noches.

Te quiero porque tus ojos me dicen lo mismo, porque tus besos me entregan lo mismo, porque tus abrazos en silencio me cuentan lo mismo. Siempre adoraré la manera en como sonríes, créeme que tienes la sonrisa más hermosa de este y todos los universos que existen. Hoy sólo siento el vacío de tu aroma en mis manos, siento la soledad de tu mirada y el silencio de tu voz. Quizás así siempre debió ser, pero si hicimos algo, sé que no fue en vano, nos sirvió para soñar en paralelo a lo que tenemos hoy. Quizás lo que tenemos hoy sea lo que merecemos, pero me queda la idea que siempre merecimos más. Uno no conoce a alguien por casualidad, y si este es el caso, pues eres mi casualidad más bonita, mi motivo de despertar antes que todos y la razón de irme hasta el infinito sólo por acompañarte. Te quiero.