martes, 31 de enero de 2012

ELECTRIC SEA


¿Por qué sientes miedo? ¿Por qué siempre tienes que decir "sí" a lo que en el fondo te niegas a vivir? Siempre dejas que el mundo piense por ti, que tome las riendas de tu destino, que te construya el camino, que te guíe sin tu ni siquiera mirar. Te gusta andar a ciegas, te gusta creer que tienes el control, el poder suficiente para seguir caminando sonriente, esa sonrisa falsa, esa sonrisa triste que nunca emerge, que siempre busca hallarse en la sombra, en lo oscuro, se esconde, como lo haces tú para evitar la realidad, esa realidad que te da miedo, que te asusta, que no quieres tocar, ni mucho menos ver.

¿En qué te has convertido? ¿Qué esperas de ti? ¿Qué quieres de ti? Si tan solo pudieras vivir con la tranquilidad que deseas, si tan solo los sueños se hicieran realidad al mencionarlos, si los pasos fueran tan fáciles de darlos en un camino lleno de asperezas, de vacíos, de límites abismales, de subidas y bajadas en picada.

Siéntate a mi lado, mírame a los ojos, toma mi mano y solo miremos el hoy para conseguir el mañana que nos prometimos ayer. Estoy tan seguro de lo que siento y quiero, y sé que siempre habrá excusas y errores que no nos permitan avanzar, pero ¿que más da? La vida nos ha vuelto a juntar, nos ha dado una oportunidad, es momento ahora de dárnosla a nosotros mismos. De sacar esa fuerza, de ser uno solo y caminar contra todos.

miércoles, 4 de enero de 2012

STRANDED


No sé que siento por ti. Siento que he quedado atrapado en un momento de nuestras vidas. Suelo pensar que aún me perteneces, que aún me debo a ti. Mi razón se contradice con la pasión. Es una guerra que no tiene tregua, es una guerra que me hiere, me confunde, me limita. Eres libre, siempre lo has sido, pero lamentablemente tu libertad me disgusta, me hace desear jamás haberme alejado de ti. No quiero volver a tu lado, no quiero vivir lo que hemos pasado, pero con total sinceridad y con una lógica que no entiendo, concluyo que no puedo dejarte ir, o tal vez no puedo dejarme ir, no quiero ceder, no quiero caer, no quiero salir de ahí. Tengo que aceptar que no rijo más en tu vida, que no soy alguien que puede decidir que debes hacer o no, no soy aquel que deba decirte lo que está bien o mal para ti, no lo soy. No quiero serlo, pero mi condición de rehén a ti, a tus ojos, tus abrazos y tus besos me hacen ser aquel que hoy finjo ser. Soy un prisionero eterno, uno que se siente en casa, uno que no quiere huir cuando la puerta está abierta. Amo estar encadenado, amo ser un siervo de lo confuso, de lo irracional, de tu libre vida, de mi corta vida.

STARTING TO FORGET


A veces quiero regresar al pasado. Quiero pensar que es fácil, que es posible hacerlo. Quiero dejar todas las cosas claras, quiero apaciguar todas las mareas, quiero apagar todo el fuego que no se ha consumado. Quiero hablar y y dejar todo en paz. No soy una persona que comprende el odio, no soy aquel que se jacta de odiar o guardar rencor a alguien. No, no soy alguien que vive tranquilo cuando sabe que las cosas con alguien no han sido adecuadas, no han quedado sanadas, no serán las mismas.

He cometido errores, todos han cometido errores, hoy no digo ser el culpable del infierno que llegó a consumirnos, no soy el creador de las tinieblas en las que nos hayamos, no soy el bastardo que mandó todo al abismo. Jamás he pretendido ser alguien que no soy, sea bueno o malo, jamás me he disfrazado.

Quisiera poder decirte "hola, cómo estás; espero que bien, sé que lo estás. No te diré que te extraño porque no lo siento. No te diré que me haces falta porque no es así. No te diré que te quiero de vuelta porque tampoco lo deseo. Lo único que suelo pensar es que algún día aceptemos las disculpas; tu las mías y yo las tuyas. Créeme que a pesar de todas las diferencias, los malos momentos, las palabras en mi contra, y todo aquello que desató mi ira, he llegado a un momento en donde suelo olvidar; donde digo 'ya para qué si recordar lo malo no ayuda, ya para qué si no puedo odiarte, no puedo guardarte el rencor que quizá tu si guardes para mi'. Mi orgullo no es nada comparado con mi condición de perdonar. No soy orgulloso, lo único que me causa orgullo son las cosas buenas que puedo lograr, pero un olvido, un alejamiento y un rencor, eso no me llena de dicha, no me hace más, no me deja tranquilo." A veces quisiera poder decirte "Sé que soy un muerto para ti, sé que mi vida es un total desperdicio, es un vacío, no existo para ti, lo sé muy bien. Sé que nada nos salió bien, aun así algunas cosas hayan parecido eternas. Hoy solo quiero decirte que para mi no eres un "mal", no eres una mala persona, porque no es así. Quizá como yo, somos buenas personas con malas ideas, con errores, como todos. Y como algunos, debemos perdonar, olvidar, como yo ya lo hice. Hoy no te guardo rencor, porque no sé cómo hacerlo, porque no puedo hacerlo contigo."