miércoles, 8 de noviembre de 2017

Día 370


Lo primero que hago es sonreír al escuchar la melodía que te trae todas las noches. Sonrío porque a pesar que el tiempo nos ha convertido en anécdota, hay una parte de él que aún me abraza a tu historia. Quizás me recuerdas en los ojos de quien te suelte una broma, quizás me veas en los buses de vuelta a casa.

Me veo aquí parado frente a tu puerta y no sé qué hacer, no sé si llamarte por la ventana o dejarte una nota de esas que te regalaban el sol por las mañanas. Pienso en dar la vuelta y mirarte allá en el cielo, pero justamente eso es lo que no quiero y no porque me disguste tu mirada, es sólo que cerraste los ojos un diciembre y no los abriste más.

Me pregunto si todos los testigos saben que te fuiste. Tal vez la luna o las estrellas no sonríen como lo hacían luego de las siete. Te preguntas quién acaso va a cuestionar tu ausencia, si no soy sólo yo.

No quiero escribir más y aunque esto es imposible, porque lo que me da luz en la oscuridad es darte vida en un papel, sin embargo no quiero escribir más, porque cada letra que lees aquí, me repite tu nombre y me pone en la almohada el aroma de tus manos.

"Ni el sol, ni el aire
Saben lo que sabe el viento.
Ni dios, ni nadie
Saben lo que tú y yo.

Tu amor cobarde
Solo se lo lleva el viento.
Ni dios, ni nadie
Salvan lo que se perdió."


Pd. Aprovecho esta última entrada para agradecer a todas las personas que en algún momento leyeron este blog, el cual me dio paz y me recordó lo valiosa que es la vida y las personas que te ayudan a encontrar tu camino a través de historias, pero para seguir avanzando, hay que dejar cosas atrás y eso significa que este blog ha llegado a su fin. Eso no quiere decir que no continúe escribiendo historias. Las seguiré haciendo SIEMPRE y las pueden leer en mi Instagram. Muchas gracias nuevamente a los que leyeron y fueron testigos y a los que leyeron y fueron protagonistas. Adiós a todos.

1 comentario:

Jhostin dijo...

see you space cowboy