martes, 3 de marzo de 2015

LA MISMA NOCHE

Intento encontrar la manera de decirte las cosas que te he dicho muchas veces, pero intento decirlas como si fuera la primera vez que te las dijera, como si de eso dependiera mi permanencia a tu lado, como si de eso dependiera mi visita al mismo lugar de siempre, bajo lo oscuro, en silencio, escuchando al mundo, sin importar nada más que nuestras miradas y secretos que ya sabemos.

Y eres sólo tu, tu estrella, tus ojos, tus manos tan distantes y frágiles, tu aroma, tu voz y tus gestos. Hay muchos misterios en el mundo, pero el que más disfruto es el de tu sonrisa, la manera tan perfecta en que la dibuja tu rostro. Es increíble como uno puede permanecer en un mismo lugar y a su vez transportarse a distintos escenarios, todo en un par de segundos, como si de eso se tratase la vida, de viajar en ti, de navegar por tus ojos, de volar por tu cabello, de trepar por tu sonrisa y de perderme en tu mirada.

Es complicado encontrar lo que realmente queremos cuando los caminos se abren en distintas direcciones. Entiendo que tengas que tomar decisiones, entiendo que te pierdas y no te des cuenta aún de lo que desees, y no tengo prisa, porque puedo esperar a que decidas qué hacer. Y aún así la respuesta me ahogue en el mar que navegamos por las noches, así decidas tomar una ruta distinta a la mía, aún así sientas que lo correcto es continuar tu camino, yo sabré entender, porque lamentablemente, el que planeó todo este viaje sin retorno, fui yo. Quien empezó a caminar sin importar los desvíos o las negativas, fui yo y no me arrepiento ni me arrepentiré de ello, porque gracias a esa partida te encontré y te conocí. Y quizás nunca tenga la fortuna de conocerte más allá de lo que eres hoy, y tal vez no podamos caminar de la mano y sonreír sólo por mirarnos y darnos cuenta que lo hemos arriesgado todo sólo para vivir lo que quizás siempre hemos querido vivir. 

Bueno, si tengo que soltar mis sueños, a pesar del dolor, tendré que soltarlos y mirar al cielo y ver como te alejas cada día más. Por el momento te esperaré bajo tu estrella y la luz que decidas convertir en luna, porque eres tu la que arma el momento, eres tu la que le da vida a algo sencillo como sentarnos juntos, eres tu la que elige las palabras que puedo llegar a decirte y las miradas que se pierden en ti. Te esperaré.

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