lunes, 9 de marzo de 2015

CINCO MINUTOS


Camino, siento el aire, siento las miradas, doy pasos livianos, me pierdo en las calles, me pierdo entre la gente. Miro al frente y me doy cuenta que me alejo más de donde quiero ir. Empiezo a retroceder como si fuera la solución, como si de eso dependiera llegar a mi destino. Levanto la mirada y te puedo ver detrás de las cortinas blancas, donde suelo dibujarte. Puedo verte en cada hoja que se desprende, puedo verte en cada gota que corre por tu rostro, puedo verte en mi interior, alimentando lo extraño, forzando una salida y tratando de escapar. Lamentablemente estaré fuera por un tiempo y las cosas quedan como están, no hay rastro de alguna llave, no hay señal que evidencie una salida. No hay sonrisa, no hay nada.

Curiosamente es aquí donde debí llegar, este es el único camino que tomé cuando decidí convencerme que estaba enamorado de ti y preso de los sueños por las noches, rehén de tu mirada.

Tengo que renunciar a todas mis memorias y me frustra hacerlo porque no es lo que necesito, sino lo que quiero o debo. Al final el último golpe en la sala fue el mío, cerrando todas las puertas y ventanas, cerrando los ojos para no volver a verte y darme cuenta que es en vano, porque te veo hasta en lo oscuro de mi alcoba, a través de la luna y los colores. Te veo ahora mismo, como te veo en las fotos donde no apareces. Te veo a llegar a casa y al acostarme, como al despertar y al esperarte media hora antes.

Nunca podré decir que estuve equivocado, jamás podré decir que hice lo correcto, no podré contar esta historia y esperar el final para emocionar a todos y sonreír porque era el desenlace que quería y quise para siempre. Tendré que dibujarte por las noches, tendré que imaginar y cuestionarme sobre qué pudo suceder si tomabas mi mano y terminábamos el viaje, el cual te uniste semanas atrás.

Te voy a extrañar tanto que quizás me arrepienta de todo esto, pero tanto también qué me hará despertar y darme cuenta que es el fin. Luego de tantas palabras nocturnas, al final concluimos en algo: Tu paseando en la misma ciudad y yo tomando la ruta de regreso. El camino termina aquí, pero tus pasos seguirán por un buen tiempo marcando mi orilla.


No hay comentarios: