Todo ha sido y es jocoso. No hay porque creer que ciertas situaciones sean verdaderas. No creo en sentimientos solapados, ni en diálogos histéricos, ni mucho menos en venganzas trastornadas. Lo considero divertido y quiero creer que es victima de las llamas de su propio siniestro. No soy quien siempre fui ni quiero serlo, aclarando que solo para cierta figura, para cierto cuerpo. Es complicado llevar la misma fluidez de tus impresiones cuando percibes de manera absoluta la legítima naturaleza de quien pensaste alguna vez, podría compartir momentos en tu vida. Es amargo, lo sé, aunque no tan triste como tu proceder.
viernes, 22 de octubre de 2010
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