Hoy se presenta Green Day en Lima. Si fuera uno de los fans mas entusiastas y vivarachos no estaría aquí sino ya estuviera acampando desde ayer o más. No quiero ser el aguafiestas, aunque sé que: Primero, a los seguidores no les interesará un carajo lo que yo piense y me putearan y me dirán maricón, posero, emo y demás calificativos graciosos que engordarán el odio hacia este modesto blogger, y segundo, igual nadie a quien le interese la banda verde leerá esto.
No manifiesto mi odio a Green Day. No odio su música, su estilo, sus peinados pendejeretes ni a sus admiradores. Es solo una opinión bienintencionada. ¡NO ME GUSTA GREEN DAY!
Tengo que admitir y confesar que hubo un tiempo en el que me pegué con American Idiot, album que todo afanoso compré y pasé escuchándolo todas las tardes mientras hacia mi tarea escolar, improvisando airdrums y tarareando algunas canciones que no me sabía la letra en inglés.
Mi gusto por Green Day fue decayendo cuando surgió en mi un interés por escuchar "nuevos" estilos. Ya no solo me encasillaba en los pintorescos Linkin Park, Evanescence, su toque de Cold Play y algo de Simple Plan (recontra marica). Las típicas banditas que un chibolo principiante en música oye y que además es bombardeado por el reggaeton, la salsa y demás música de tono por las radios comerciales.
Me interesó mucho el metal, algo fijado -según los nuevos oyentes- en System of a Down, Limp Bizkit o Korn. También me cautivó el Ska. Con sus ritmos bailables y movedizos. ¡ ADIÓS GREEN DAY!
Para la gente que va a ir al concierto hoy, de hecho que un show magistral está asegurado y la diversión, las lágrimas de emoción, las gargantas muertas y el sudor colectivo estarán a la orden de la noche.
Quisiera que me guste Green Day, así habría tenido la oportunidad de disfrutar de un espectáculo de primer nivel. Lamentablemente mi gusto va mas allá del verde.
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