lunes, 20 de septiembre de 2010

GOTA A GOTA MI PACIENCIA SE AGOTA


El agua es vida. Hoy me queda mas claro que nunca. Todos necesitamos de este elemento bendito, pero hoy yo lo necesito mucho mas que tu, mi querido lector. Vivo en un conjunto residencial, exactamente en un block de cinco pisos, en total 20 familias. La convivencia no se puede tildar de buena ni excelente, siempre están dando vueltas las tías chismosas, el vecino borracho, el tío gritón y sobretodo (y motivo de esta entrada) los morosos. Estos seres existen en cualquier lado pero no todos son iguales, es decir, no tienen la misma razón de ser. Unos lo son porque no tienen (y soy consciente) recursos económicos, al menos por una temporada. Otros por mera irresponsabilidad. Poseen dinero pero no sé que demonios tienen en la cabeza que se "olvidan" de pagar. Es más, algunos son cachacientos, porque vienen con compras de Ripley o Saga, o arman una reunión a todo dar, con borrachera incluida. Y me pregunto: ¿Tienes para eso, porque no pagas el agua?. Entonces, si el pago del agua de mi block no fuera común, y cada uno podría pagar su recibo independientemente, pues no me importaría un cuerno los pagos de los demás. Pero ahora tengo que vivir en sequía por estos seres detestables. Estoy limitado a muchas cosas y eso me pone de muy mal humor, al cual no estoy acostumbrado.

Cada lavada de manos o cepillada de dientes tengo que hacerlo con un vasito, sacando agua de a pocos, un martirio total. A veces (con sinceridad) uno hay que aguantar la "circulación" (haha). Esto es demasiado. Es como un training para Vidas Extremas (sin ganas de menospreciar a nadie). Tal vez venga el agua hoy, así dijeron. Eso me haría tan feliz y me regresaría mi buen humor.

2 comentarios:

Martín Alvarez López dijo...

Creo que en algún momento todos hemos pasado por un problema como este. No solo de vecinos morosos que no paguen el agua, sino de otras cosas que no pagan por CONCHAS! Sigue escribiendo.

Saludos.

Michael Silva dijo...

Si, se manejan una pero ASSSIIIIIIIIIIIIIÍ!