lunes, 27 de diciembre de 2010

WISHING WELL


Ya no percibo ni reconozco la faz de tu elemento, la cual idolatraba con virulencia y pasión, y me trasladaba a un cosmos rebosante de sonrisas repentinas y creadas por mi presencia. Todo ese universo es ahora solo un punto deslucido y marchito, un mundo inexistente y opaco, con neblinas de recuerdos nefastos y diluvios de lamentos superficiales.

Mi objetivo ha recorrido otra avenida, otro trayecto en busca de venturas universales e infinitas, y en donde el único pago que se desea es el complemento correcto e insuperable. Ese que no he logrado encontrar hoy en día pero que sé, hallaré precipitadamente. Tu penumbra ya no es la misma, ya no emerge, no suspira, no fastidia ni vulnera, solo queda en la memoria, que muy pronto mudará a olvido.

Tu buscaste, indagaste y tropezaste con la evidencia y realidad; y entiendo te fue insoportable de tal manera que la única opción que descubriste fue inventar un pretexto que te permita huir, que te permita la paz. Pues paz no recibirás ni encontrarás, porque ella solo existió en este mundo del que decidiste escapar.

Somo extraños ahora. No conozco tus pensamientos ni tu los míos. Ajenos en un espacio vació, donde no existe el tiempo. Donde no existe tu nombre ni perdura el mío.

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