Alguien se va y alguien viene. Una se aleja y otra se acerca. Ella cierra las puertas y otra las abre. Una dice "Adiós" y otra te da la bienvenida. Ayer te dijo te quiero, hoy ya ni te conoce. Hoy me repiten lo mismo. Mañana yo no sé. Contigo ella parecía que nunca aquel lazo acabaría, que los momentos vividos no terminarían. Que las distancias se acortarían y no serían un impedimento para seguir. Hoy empiezo a vivirlas. Hoy las quiero igual que antes. Ahora me siento bien y feliz y sonrío porque me agrada esa compañía. No me quejo, al contrario lo disfruto.
Recuerdo las bromas más absurdas y tontas que despertaban carcajadas y te sonrojaban. "Qué tonto". No uno cualquiera, sino tuyo. Hoy tal vez lo sea; no tuyo, pero al fin lo seré. Y no porque extrañe serlo, porque tu lo quisiste así, sino que siempre lo fui y siempre lo seré.
Hoy me pregunto si tu lejanía se debe a mis mentiras. Si te ailaste porque descubriste la verdad. Si te sentiste traicionada o si creíste que aquello que teníamos nunca fue. Que solo fue un asqueroso ejemplo de lo que es ser un bastardo, un mentiroso, un mal aliado. Uno que nunca quiso decir la verdad por razones que hasta el día de hoy, no las sabe.
Hoy solo quiero ser el mismo que fui ayer. Sin necesidad de esconder lo que verdaderamente fui y no soy. Hoy quiero compartir cada momento, quiero ser el mejor.
Hoy llego a abrir las puertas que se me cerraron. A acercarme a ti. A decirte "Hola, aquí estaré". A presentarme como lo que soy y lo que quiero ser. Hoy todo ha vuelto a nacer. Hoy todo ha vuelto a suceder.
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