jueves, 4 de noviembre de 2010

LAST CALL


Bastó con un susurro, un murmuro de aquella voz para cobijar, recoger, aceptar y ver nacer aquellas lágrimas víctimas de los recuerdos permanentes. Sentir que las fuerzas que presumías tener y que la forma no tan prudente de disimular el silencio (provocado por la muerte de un afecto, el cual un preciso día , creíste infinito) no son suficientes para aceptar la firmeza y sentenciar la fortaleza del daño que incita tu lejanía. No puedo ser quien quiero ser. No puedo fingir que todo corre perfectamente, que las sonrisas siguen siendo parte de aquel universo común en los dos. No. No me permito sosegar, calmar mi tristeza. No puedo. Es inalcanzable pensar que todo está bien cuando la realidad, que vapulea mi pecho y mente, se mofa de mi pesar.

Es necesario abrir los ojos. Es preciso notar que a mi lado solo se encuentra la sombra inerte de mi presencia. Necesito estar ahí. Si, en ese lugar donde conocí la vida y dibujé historias maravillosas pintadas con el brillo de esos ojos que me enamoraron, de esa voz que me cautivó, pero que hoy tan traicionera, me ahogó.

"Ojala y la lluvia me ahogue entre sus brazos para no pensar en ti, o que pase un milagro o pase algo que me lleve hasta ti"

1 comentario:

Michael Silva dijo...

Gracias a la gente que leyó esta entrada. En general el blog :) Saludos.

Thanks everyone who's read this. Greetings :)