Si pagaran a alguien por caminar, creo que mi situación económica estuviera asegurada. Me gusta caminar, sea por donde sea, sea en avenidas (de preferencia la Av. Larco), en calles, en jirones, en parques, en centros comerciales, en donde caiga. Me siento bien al caminar, me siento libre, me siento dueño absoluto de las calles que camino, me gusta respirar el aire que golpea mi cara en cada paso que doy, me gusta ver el tráfico (mas no ser parte de ello), sonrio con cada situación distinta, me gusta ser parte de esta Lima apresurada, mañanera, gris pero sobretodo, llena de personas con un reto diario, el ir a trabajar, estudiar, cachuelear o lo que fuera y hacerlo sin nunca perder la sonrisa, porque eso es lo que he visto en tantas caminatas y lo puedo asegurar, muchos aunque sus obigaciones sean arduas y prolongadas, no pierden la sonrisa, no pierden esa "chispa" típica de nosotros, talvez esa sonrisa particular es la que nos mantiene en la linea cada día, la que nos abre los ojos y nos dice que asi nos toca vivir, que asi tenemos que vivir, y que solo queda disfrutar cada acto que realizemos, y siempre seguir adelante, siempre sonriendo.
Y si es hora de dar el siguiente paso pues que sea siempre hacia adelante y no quedarme en un solo lugar. Tengo que avanzar.
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